El dominio en Francia ya no es novedad

La consagración del Paris Saint-Germain como campeón de la Ligue 1 con seis fechas de antelación no fue una sorpresa, pero sí un aviso para Europa. Bajo la dirección de Luis Enrique, el conjunto parisino firmó una campaña impecable en la liga local, acumulando 28 partidos sin conocer la derrota y con un ataque demoledor liderado por Ousmane Dembélé, autor de 21 goles.

La temporada pasada, con Kylian Mbappé aún en el plantel, el equipo anotó 81 goles. Esta campaña, sin la estrella francesa, el PSG ya estaba por alcanzar ese registro antes de completar la jornada 34. El mérito, en gran parte, recae en el técnico asturiano, que construyó un equipo a su imagen: intenso, agresivo y competitivo.

Un entrenador obsesionado con el éxito

La ambición de Luis Enrique no se detiene en la liga. El próximo objetivo está a la vuelta de la esquina: la final de la Coupe de France, el 24 de mayo, donde buscarán repetir la corona conseguida en la edición anterior. Tras una semifinal complicada frente al modesto Dunkerque, el PSG remontó gracias a un doblete de Dembélé y ahora sueña con su título número 16 en la competición.

Pero el desafío más grande sigue siendo la Champions League. Desde que los dueños cataríes asumieron el mando del club en 2011, ganar la 'Orejona' ha sido el gran objetivo. Ni Mbappé, ni Neymar, ni Messi lograron cumplir ese anhelo. Ahora, Luis Enrique tiene la oportunidad de hacerlo, comenzando con un duro cruce ante el Aston Villa de Unai Emery en cuartos de final. Si avanza, se enfrentará al ganador del duelo entre Real Madrid y Arsenal.

Diez años después… ¿una nueva triple corona?

En 2015, Luis Enrique escribió su nombre en la historia del FC Barcelona al conseguir el triplete en su primer año como entrenador. Hoy, exactamente una década más tarde, la posibilidad de repetir la hazaña con el PSG no es una utopía.

Con la liga ya en el bolsillo, la Copa a un paso y la Champions en el horizonte, el técnico español podría devolverle al fútbol francés una gloria que se le ha negado por años. El sueño está vivo, y con Luis Enrique al mando, todo parece posible.