El ambiente estaba cargado de emoción y tensión en Villa Park, donde todo estaba listo para el pitido inicial del duelo entre Aston Villa y Paris Saint-Germain, correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Champions League. Sin embargo, un error insólito rompió el protocolo habitual y generó desconcierto entre los presentes: en lugar del icónico himno de la máxima competición europea, el sistema de sonido del estadio hizo sonar el himno de la Europa League.

Las caras de asombro entre los jugadores de ambos equipos no tardaron en aparecer, mientras los aficionados reaccionaban con silbidos que retumbaron en las gradas. Aunque la equivocación fue corregida minutos después, cuando finalmente sonó el himno correcto y los futbolistas ya estaban posicionados en el campo, el incidente se convirtió rápidamente en tema de conversación tanto en redes sociales como entre los medios presentes en Birmingham.

Este inusual episodio contrastó con la seriedad con la que ambos clubes se prepararon para el encuentro. Para Aston Villa, se trataba de una oportunidad histórica para revertir el 3-1 sufrido en la ida en el Parque de los Príncipes, mientras que PSG llegaba con la intención de cerrar la eliminatoria con autoridad y clasificar a semifinales.

En la previa del encuentro, Ousmane Dembélé habló con la prensa y ofreció una visión personal sobre su gran momento en el conjunto parisino. El delantero de 27 años confesó que, si bien ha jugado en grandes equipos como el Barcelona de Messi, es en el PSG donde más está disfrutando del fútbol. “No sé si es el mejor equipo en el que he estado, pero sí es en el que más me divierto”, aseguró.

Dembélé también compartió que su actual rendimiento es fruto de cambios positivos en su vida personal, los cuales le han permitido mantenerse alejado de las lesiones. “Estoy en un gran momento físico, aunque sigo sin ser fan del trabajo físico”, bromeó.

El futbolista también destacó el espíritu combativo del conjunto dirigido por Luis Enrique, enfatizando que nunca bajan los brazos. “El entrenador nos insiste en creer hasta el final. Eso define a este grupo”, concluyó.

Así, tras una noche marcada por un inicio peculiar y declaraciones de peso, el duelo entre Aston Villa y PSG prometía mucho más que solo goles y emoción: una lucha por la gloria europea con todos los ingredientes de una gran historia de Champions.