Luis Enrique entra en la historia del PSG
La noche en Villa Park quedará marcada en la historia del Paris Saint-Germain. El equipo dirigido por Luis Enrique logró algo que ningún otro entrenador había conseguido con el club francés: clasificar a semifinales de la Champions League por segunda temporada consecutiva. Con esta hazaña, el técnico asturiano consolida su proyecto en París y guía al equipo hacia su novena semifinal europea, superando al Olympique de Marsella como el club francés con más presencias en esta instancia.
El PSG parecía tener todo bajo control en el inicio del partido. En apenas 30 minutos, los parisinos ya ganaban 0-2 gracias a los goles de Achraf Hakimi y Nuno Mendes, ambos laterales. Fue un hito más en la historia del equipo: nunca antes un lateral derecho y un lateral izquierdo de un mismo club habían marcado en un partido de eliminación directa en la Champions.
Sin embargo, lo que parecía una noche tranquila se convirtió en una auténtica batalla. El Aston Villa reaccionó con orgullo y coraje. Goles de Youri Tielemans, John McGinn y Ezri Konsa pusieron el 3-2 y dejaron a los ingleses a solo un tanto de forzar la prórroga. El estadio se convirtió en una caldera, empujando a los de Unai Emery hacia la épica. Pero ahí emergió la figura de Gianluigi Donnarumma, quien con intervenciones clave mantuvo con vida al PSG.
Al finalizar el encuentro, Luis Enrique reconoció tanto los méritos de su equipo como los errores que tuvieron: “Clasificarse para semifinales nunca es fácil y hacerlo por segundo año consecutivo tiene mucho valor. El partido comenzó perfecto, pero después perdimos concentración. El exceso de confianza no es un buen aliado”, comentó el técnico en la televisión oficial del club.
El español también aprovechó para enviar un mensaje de ambición: “Este equipo está más maduro que el de la temporada pasada. Hemos crecido y vamos a luchar por todos los títulos”.
El PSG ya espera rival en semifinales, que saldrá del duelo entre el Real Madrid y el Arsenal. Con un equipo sólido, una plantilla inspirada y un entrenador que rompe récords, los parisinos sueñan con su primera orejona.