La Fórmula 1 está lista para dar la bienvenida a General Motors, uno de los gigantes automotrices de Estados Unidos, quien junto a Cadillac se unirá a la competición como undécimo equipo a partir de 2026. Este acuerdo, anunciado recientemente, representa un paso significativo en la expansión del deporte en territorio norteamericano, reforzando su presencia en un mercado cada vez más apasionado por la máxima categoría del automovilismo.

El proyecto, que utilizará como base la infraestructura de Andretti Global en Silverstone, promete revolucionar el panorama de la F1. Aunque inicialmente será un equipo cliente, GM planea desarrollar sus propias unidades de potencia para 2028, consolidando su apuesta por la innovación y la excelencia técnica. Según Mark Reuss, presidente de GM, este es un "escenario global para demostrar nuestra experiencia en ingeniería y liderazgo tecnológico".

El camino no ha sido fácil. Tras el rechazo inicial de la FOM a la propuesta de Andretti, argumentando que no aportaba suficiente valor al campeonato, GM tomó el liderazgo del proyecto. Ahora, con el apoyo de la FIA y la reestructuración interna liderada por Dan Towriss, el equipo ha logrado convencer a los organizadores del campeonato de su compromiso y capacidad para competir al más alto nivel.

La llegada de Cadillac no solo promete elevar el espectáculo en pista, sino que también refuerza la estrategia de crecimiento de la Fórmula 1 en Estados Unidos. Con tres Grandes Premios en suelo estadounidense y un público en constante expansión, el debut de esta icónica marca automotriz será un punto clave en la historia reciente del deporte, reafirmando su estatus como un fenómeno global.