La temporada 2025 de la Fórmula 1 ha comenzado con un panorama inesperado para Max Verstappen, quien atraviesa el momento más incierto desde que se coronó como campeón. La ausencia de Sergio ‘Checo’ Pérez, quien fue un pilar en los campeonatos anteriores de Red Bull, parece estar pesando más de lo esperado.

El Gran Premio de Arabia Saudita se perfila como una oportunidad clave para que Verstappen reaccione, pero lo hará en medio de un clima de tensión. Después de un decepcionante sexto lugar en Baréin, el neerlandés ha mostrado signos de frustración. Su rendimiento no estuvo a la altura de lo que el monoplaza puede ofrecer, y sus gestos al bajarse del coche fueron elocuentes. Las dudas sobre su futuro y la capacidad actual del equipo para seguir dominando se han disparado.

En la clasificación del Mundial, Lando Norris lidera con 77 puntos, seguido por Oscar Piastri (74), mientras que Verstappen suma 69. Más atrás aparece George Russell con 63. El equilibrio entre las escuderías marca un nuevo escenario de competencia, y el triple campeón necesita una actuación contundente en Jeddah para no perder más terreno.

Mientras tanto, crecen los rumores sobre una posible salida de Verstappen de Red Bull. Figuras del paddock como Juan Pablo Montoya ya se atreven a hablar de "el principio del fin" de su era con el equipo energético. Algunos incluso lo vinculan con Mercedes, aunque otros como Ralf Schumacher apuntan a destinos más sorpresivos como Alpine, ahora impulsado por motores Mercedes y con la mano de Flavio Briatore en la estrategia.

Red Bull, por su parte, necesita enviarle un mensaje claro a su estrella. Arabia Saudita representa una gran oportunidad: un circuito donde los errores se pagan caro, pero que suele premiar el talento puro y la valentía, cualidades que le sobran a Verstappen. Las largas rectas y las zonas de DRS pueden ser sus aliadas para volver al protagonismo y dar un golpe sobre la mesa frente al dominio de McLaren.

"Max sigue siendo una amenaza", advirtió Norris, quien sabe que cualquier resurgimiento del neerlandés puede cambiar el guion del campeonato. Sin embargo, la realidad es que Verstappen, sin Checo Pérez como escudero, enfrenta su primera gran tormenta interna… y el futuro empieza a escribirse ahora.