El capitán de la selección argentina, Lionel Messi, rompió el silencio en torno a la supuesta enemistad con la afición de México, una narrativa que tomó fuerza tras el Mundial de Qatar 2022. En una conversación con el periodista Quique Wolff, el astro dejó claro que nunca ha percibido animosidad por parte del público mexicano y que, por el contrario, siempre ha sentido cariño y respeto de su parte.

La polémica nació después del duelo entre Argentina y México en la fase de grupos del Mundial, donde Messi marcó uno de los goles del triunfo 2-0 que revitalizó a la Albiceleste en su camino hacia el título. Sin embargo, más allá del resultado deportivo, lo que llamó la atención fue la reacción de algunos fanáticos y figuras públicas mexicanas, entre ellas el boxeador Canelo Álvarez, quien acusó al rosarino de haber ofendido a la bandera de México en el vestuario.

Lejos de alimentar esa tensión, Messi optó por aclarar su postura y desmentir cualquier tipo de desprecio hacia la nación azteca.

Messi minimiza "rivalidad" con México y recuerda cuando lo querían más

“En realidad no sé cuándo comenzó esa supuesta rivalidad. Siempre sentí afecto de los mexicanos. Jamás les falté el respeto”, comentó el campeón del mundo, con tono sereno, en referencia a las versiones que lo muestran como una figura conflictiva para la afición tricolor.

El jugador del Inter Miami incluso recordó con nostalgia sus primeras experiencias enfrentando a México, como en el Mundial de Alemania 2006 o en Sudáfrica 2010, donde los duelos ante el Tri fueron parte del camino de crecimiento para la generación argentina que terminaría coronándose en Qatar.

Al referirse específicamente al partido disputado en Doha, Messi explicó que el gol que marcó representó un desahogo por la presión que cargaban tras la derrota ante Arabia Saudita, y no fue una provocación dirigida al público rival: “Fue una descarga por la importancia de ese momento. No era contra los hinchas. De hecho, ese día había más mexicanos que argentinos en el estadio”.

Finalmente, Messi insistió en que no ve razones para hablar de una enemistad con la gente de México, y que le sorprende que esa narrativa haya crecido tanto. "Creo que fue una interpretación errónea. No hay comparación ni rivalidad entre Argentina y México, al menos no para mí", sentenció.