El fútbol no solo dejó emociones deportivas este sábado en el estadio Municipal de Barbastro. Tras la derrota de su equipo ante el Barcelona en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, Israel García, centrocampista del Barbastro, vivió un momento personal inolvidable. El jugador, de 26 años, sorprendió a su novia pidiéndole matrimonio en medio del césped, en una emotiva propuesta tras el pitido final del encuentro.

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El Barcelona, con una victoria contundente por 0-4, eliminó al Barbastro, equipo de la Segunda RFEF, de la competición. Aunque los locales soñaban con una nueva hazaña copera, el equipo catalán demostró su superioridad, controlando el partido desde el inicio. El Barbastro, con una defensa replegada, no logró detener el empuje ofensivo del Barça, que impuso su dominio con goles de Eric García, Robert Lewandowski (por partida doble) y Pablo Torre.

El equipo local, conocido por sus sorpresas en la Copa, no pudo esta vez repetir el guion del año anterior, cuando eliminó al Almería, ni el de la ronda pasada, cuando venció al Espanyol. El Barcelona, dirigido por Hansi Flick, hizo valer su categoría y dejó claro que no había margen para otra sorpresa. A pesar de la derrota, el Barbastro estuvo firme en su planteamiento defensivo durante los primeros compases del partido, pero la calidad del rival terminó por imponerse.

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La jornada también tuvo un sabor especial para el Barcelona, que celebró su victoria número 100 bajo el mando de Flick. Además, el regreso de Ronald Araujo a los terrenos de juego tras una larga lesión fue otro de los momentos destacados. El defensor uruguayo, quien había estado seis meses fuera por una rotura del tendón del bíceps femoral, completó todo el partido y contribuyó al sólido rendimiento defensivo del equipo azulgrana.

A pesar de la goleada, Israel García aprovechó el momento para pedirle matrimonio a su novia en un gesto romántico que eclipsó brevemente los resultados del encuentro. Tras el partido, el centrocampista invitó a su pareja a bajar al césped, se arrodilló y le ofreció una sortija, creando una escena conmovedora que se convirtió en el verdadero acontecimiento de la jornada para el jugador, quien, más allá de la derrota, celebró una victoria en su vida personal.