El Bayern Munich tomó la decisión de dejar ir a Matthijs de Ligt y marcó el final de una etapa que no cumplió con las expectativas que había generado su llegada. El defensor neerlandés llegó con grandes expectativas desde la Juventus en 2022, y no logró consolidarse como una pieza clave en el equipo bávaro. La razón principal detrás de esta decisión parece estar relacionada con un cambio en su físico que impactó negativamente su rendimiento en el campo.

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Durante su estancia en el Bayern, De Ligt mostró un inesperado descenso en su velocidad y agilidad, cualidades esenciales para un central en el sistema de juego que el nuevo entrenador, Vincent Kompany, buscaba implementar. Según informes del “Daily Mail”, el neerlandés pasó largas horas en el gimnasio, lo que le aumentó significativamente su masa muscular. Y aunque fue positivo en términos de fuerza, comprometió su rapidez y capacidad de reacción.

El Bayern, bajo la dirección de Kompany, optó por un enfoque que favorece a defensores más veloces como Dayot Upamecano y Kim Min-jae. La necesidad de un juego rápido y dinámico desde la línea defensiva dejó a De Ligt en una posición desventajosa, y el club decidió que un cambio sería beneficioso tanto para el jugador como para el equipo.

Tras ser colocado en el mercado, De Ligt encontró un nuevo hogar en el Manchester United, un cambio que presentó una nueva oportunidad para redescubrir su mejor forma. Sin embargo, el inicio de temporada no ha sido fácil para el defensor neerlandés, que ha enfrentado críticas por su desempeño en Inglaterra, llegando incluso a ser comparado desfavorablemente con jugadores como Harry Maguire.