(VIDEO) Hijo del "Cholo" Simeone le da la victoria al Atlético de Madrid
Giuliano, quien aprovecha cada oportunidad para demostrar su valía en el equipo, recibió una ovación ensordecedora del público al ser sustituido en el tramo final.
Bajo presión por las dudas, preocupado por su desempeño reciente y urgido por la clasificación en LaLiga, Giuliano Simeone revitalizó al Atlético de Madrid y a Diego Simeone en el Estadio Metropolitano contra Las Palmas, al cual prácticamente anuló de principio a fin. Lo doblegó gracias a la conexión entre el extremo argentino y su compatriota Nahuel Molina, y sentenció en la recta final con el regreso de Alexander Sorloth al gol.
Una victoria indispensable. Tras el mal primer tiempo contra el Betis y el nerviosismo resuelto temprano el jueves pasado en la Copa del Rey frente al Vic, estos tres puntos son oxígeno, tiempo y tranquilidad para el Atlético, justo cuando ya se acerca un duelo decisivo de Champions League contra el Paris Saint Germain en el Parque de los Príncipes.
Giuliano es entrega, velocidad y esfuerzo. Un jugador cuya utilidad es evidente en este Atlético. Entre más juega, más clara se hace su aportación. Fue el causante del penal que evitó la vergüenza el jueves pasado en la Copa del Rey, y este domingo abrió el camino hacia una victoria esencial. No solo por cómo va LaLiga, sino también por la tranquilidad que aporta. Es reconfortante. También ofrece tiempo. Necesario. Marcó su primer gol con el primer equipo.
No es una superestrella ni tiene una técnica vistosa, pero el fútbol es mucho más. Es ambición, compromiso, valentía, carácter y, sobre todo, competitividad. Nadie duda de su esfuerzo, y su titularidad es resultado de su mérito. Si contra el Leganés su insistencia en un balón perdido fue fundamental para creer en la remontada (3-1), su desmarque, velocidad y definición fueron igual o más importantes contra Las Palmas.
El otro elemento clave en la combinación decisiva del 1-0, allá por el minuto 37, fue Nahuel Molina. Otro jugador constantemente cuestionado, ahora reubicado como central derecho debido a las necesidades del equipo. Su pase largo a la carrera de su compatriota, a espaldas de la defensa de Las Palmas, que fue superada quizá con demasiada facilidad, habilitó a Giuliano en su carrera contra Cillessen, a quien venció con un disparo cruzado.
En el fútbol actual, casi todo está analizado y planificado. El gol que impulsó al Atlético no fue producto del azar ni solo de inspiración. Fue una jugada estudiada, ensayada y ejecutada en el entrenamiento del sábado. Es aprovechar una debilidad del rival combinando las virtudes propias. Mucho más que un simple detalle. Trabajo en equipo.
Hasta ese momento, el Atlético fue un equipo con posesión, pero sin contundencia. Atacaba por las bandas, con Javi Galán por la izquierda y Giuliano Simeone por la derecha, pero apenas generaba tiros certeros. Sin la contundencia que mostró en ese momento y que luego le faltó a Antoine Griezmann, quien se frustró contra el travesaño ya con el marcador 1-0, el equipo local antes del primer gol reclamó un penal por una mano de McKenna, que el árbitro De Burgos Bengoetxea no consideró como tal ni en la revisión. En una ocasión, incluso, Jan Oblak salvó al equipo.
Porque, entre el dominio del Atlético, Las Palmas también tuvo su oportunidad. El equipo canario, inferior a su rival, más defensivo que ofensivo, confiado en su defensa y en el contragolpe, apareció un par de veces en el área rival con la convicción necesaria; una de ellas con un remate de Fabio Silva que el portero esloveno rechazó cuando el marcador estaba 0-0. Susto... y alivio.
En el descanso, fueron reemplazados Pablo Barrios, recién recuperado de una lesión, y Lino, irreconocible en comparación con la temporada pasada. En el segundo tiempo, Las Palmas sufrió la baja de su portero, Jasper Cillessen, quien fue inmovilizado en camilla y sustituido tras una conmoción cerebral al recibir un golpe de Nahuel Molina en una salida a ras de pasto. El guardameta continuó unos minutos, pero luego, mareado, pidió el cambio. Minuto 58.
Sin ningún susto, el Atlético avanzó hacia la victoria, con algunas jugadas más de Giuliano, maniobras de Correa, un par de disparos fallidos de Lenglet, y todo bajo un control absoluto que hacía pensar en una victoria segura, salvo por la mínima diferencia en el marcador. Realmente, lo único inquietante cuando el partido entró en su último cuarto de hora. Las Palmas no puso a prueba a Oblak desde el minuto 20, con el disparo de Fabio Silva. Fue lo único que intentaron.
No lograron más ni con el marcador 0-0 ni con el 1-0. Ni siquiera en el tramo final, cuando la necesidad debería impulsarlos hacia adelante al menos por orgullo, para terminar en el área rival, para intentar discutir una victoria que siempre fue del Atlético y que Alexander Sorloth sentenció tras un gran pase de De Paul. El 2-0 en el minuto 83. El atacante noruego necesita confianza y aciertos.