La maldición que hizo perder un trofeo a Cristiano Ronaldo
En una contundente final de la Supercopa de Arabia Saudí, Cristiano Ronaldo vio cómo se le escapaba la oportunidad de conseguir su primer título de la temporada, ya que el Al Nassr cayó 1-4 ante el Al-Hilal. A pesar de un sólido inicio en el que Ronaldo abrió el marcador con un gol a un minuto del final del primer tiempo, la destacada actuación de los serbios Aleksandar Mitrovic y Sergej Milinkovic-Savic cambió el rumbo del partido.
Más allá de las jugadas y las actuaciones destacadas, los hinchas afirman que la derrota de Cristiano Ronaldo se debió a que tocó el trofeo antes del partido, dando credibilidad a la leyenda que afirma que "nunca se toca el trofeo antes de jugar la final". Aunque esto es un mito en el deporte, la historia muestra varios casos en los que la maldición parece haberse cumplido. Aquí algunos ejemplos destacados:
1. Gattuso
El 25 de mayo de 2005, el AC Milan sufrió cuando el exmediocampista italiano tocó la copa. A pesar de ir ganando 0-3 al descanso, el Liverpool empató 3-3 en la segunda mitad y ganó 1-3 en la tanda de penales, logrando una histórica remontada.

2. Dimitri Payet
En la final de la Europa League entre el Olympique de Marsella y el Atlético de Madrid, Payet no solo sufrió una derrota por 0-3, sino que también se retiró lesionado a los 32 minutos del partido.

3. Marinho
El 30 de enero de 2021, el extremo derecho brasileño del Santos tocó el trofeo antes de la final de la Copa Libertadores contra el Palmeiras, y su equipo perdió con un gol de Breno Lopes en el descuento.

4. Giuly
Ludovic Giuly vivió la maldición en dos finales de la Champions League. En 2004, con el Mónaco, tocó el trofeo antes del partido contra el Porto y perdió 3-0. Sin embargo, en 2006, con el Barcelona, tocó la copa antes del encuentro contra el Arsenal y esta vez ganó 2-1, rompiendo así el maleficio.
5. Cristiano Ronaldo
A pesar de haber declarado en reiteradas ocasiones que no se debe tocar el trofeo antes de la final, Cristiano Ronaldo lo hizo en la reciente Supercopa de Arabia. La maldición se cumplió para el astro portugués, que, a pesar de marcar un gol, vio a su equipo perder.
