El Real Madrid no dejó espacio para sorpresas y aseguró su lugar en la final de la Supercopa tras derrotar por 3-0 al Mallorca. Los goles de Jude Bellingham, Rodrygo y un tanto en propia puerta de Martin Valjent fueron suficientes para que los dirigidos por Carlo Ancelotti demostraran su superioridad ante un rival que apenas inquietó en el campo.

Desde el inicio, los blancos dominaron con un juego ofensivo liderado por Kylian Mbappé, Vinícius Jr. y un omnipresente Bellingham. Las primeras ocasiones llegaron rápidamente, pero el portero eslovaco Dominik Greif logró mantener el empate parcial. Por su parte, el Mallorca sufrió no solo por las constantes llegadas del Madrid, sino también por la lesión de su capitán Antonio Raíllo, lo que debilitó aún más su defensa.

Vinícius y Bellingham marcaron la diferencia

En la segunda mitad, el Real Madrid encontró el gol que tanto buscaba. Una gran jugada de Mbappé y Vinícius Jr. terminó con un remate de Bellingham, quien abrió el marcador. Posteriormente, el equipo blanco aprovechó los errores del rival para sentenciar el partido, incluido un autogol de Valjent y el tanto final de Rodrygo, que celebró su cumpleaños 24 con una anotación.

Pese a intentos aislados de jugadores como Cyle Larin y Dani Rodríguez, el Mallorca nunca encontró el ritmo necesario para competir. Por su parte, el Madrid manejó los tiempos del encuentro, pensando ya en el desafío que les espera en la final contra el Barcelona, un duelo esperado tanto por los aficionados como por los organizadores.

Con esta victoria, el Real Madrid llega con confianza a una nueva final, en la que buscará alzarse con el trofeo frente a su eterno rival. La combinación de juventud y experiencia parece ser la clave del éxito para los dirigidos por Carlo Ancelotti.