Carlos Alcaraz se rompe y se sincera sobre la presión que "le ha matado"
El tenista español abrió su corazón tras su retiro del Masters 1000 de Montecarlo, reconociendo que la presión por rendir constantemente ha tenido un alto costo emocional y físico.
La presión comienza a pesar en el camino de Alcaraz
Con apenas 20 años, Carlos Alcaraz ya ha experimentado las luces y sombras del éxito. Considerado como uno de los herederos naturales de Rafael Nadal, el joven murciano se ha convertido en foco de atención en cada torneo en el que participa. Sin embargo, tras bajarse del Montecarlo Masters 1000, el número dos del mundo rompió el silencio: “La presión me ha matado”, confesó con crudeza.
El retiro se produjo antes de su debut en el torneo, en lo que iba a ser su primer gran desafío en arcilla esta temporada. Las molestias físicas, sumadas al peso emocional de tener que cumplir con expectativas desmedidas, llevaron a Alcaraz a tomar una pausa forzada. “No es solo el dolor físico. Es que ya no disfruto igual”, agregó el español, dejando entrever que el desgaste mental también ha comenzado a pasar factura.
Tsitsipas y Ruud, en otra final marcada por el contraste
Mientras Alcaraz se ausentaba, la competencia siguió su curso. Stefanos Tsitsipas se coronó campeón por tercera vez en el Montecarlo Masters 1000 al vencer a Casper Ruud por 6-1 y 6-4 en una final que volvió a evidenciar el dominio del griego en esta superficie.
Tsitsipas, que no ganaba un título desde agosto en Los Cabos, se unió al selecto grupo de jugadores que han ganado tres veces en Montecarlo en la Era Open, junto a leyendas como Rafael Nadal, Björn Borg, Thomas Muster e Ilie Nastase. El heleno, además, volverá al top 10 del ranking ATP.
En contraste, Casper Ruud continúa arrastrando una pesada estadística en finales importantes. El noruego ha perdido todas las finales de torneos grandes que ha disputado, incluidos Roland Garros, el US Open y ahora Montecarlo, lo que refleja la barrera mental que aún no ha podido superar.
Alcaraz, en busca de alivio y equilibrio
A pesar de no haber participado en el torneo, el nombre de Carlos Alcaraz sigue siendo una constante en el circuito. Se espera que regrese en el Barcelona Open Banc Sabadell, pero lo hará bajo nuevas condiciones: las que él mismo se imponga para proteger su bienestar.
En un circuito cada vez más exigente, el joven español está aprendiendo que el éxito no solo se mide en títulos, sino también en la capacidad de mantenerse fuerte mentalmente. Y al aceptar su vulnerabilidad, Alcaraz demuestra una madurez que va más allá de su edad.