La supremacía de Estados Unidos en el baloncesto olímpico continúa intacta. El equipo de baloncesto masculino estadounidense logró una reñida victoria por 98-87 sobre la nación anfitriona, Francia, en la final de los Juegos Olímpicos de París 2024. 

Este triunfo marca el quinto oro consecutivo en la historia olímpica para el baloncesto masculino de EE.UU., una hazaña sin precedentes en el deporte.

La escuadra estadounidense, liderada por gigantes del baloncesto como LeBron James, Kevin Durant y Stephen Curry, demostró una vez más por qué es la potencia dominante en el baloncesto olímpico. Durant, quien se ha convertido en el jugador más laureado en la historia olímpica con su cuarto oro, y Curry, quien se destacó como el máximo anotador del equipo con 24 puntos, todos ellos de triples, fueron cruciales para asegurar la victoria en la final.

LeBron James, con este oro, iguala a Carmelo Anthony en cuanto a medallas de oro, pero Durant ha superado a ambos en la lista de los más condecorados. La victoria en París eleva el total de medallas doradas de EE.UU. en baloncesto a 17, reafirmando su dominio en la disciplina que se disputa en los Juegos Olímpicos desde Berlín 1936.

El baloncesto masculino ha visto a solo tres países conseguir el oro olímpico además de Estados Unidos: la Unión Soviética (1972 y 1988), Yugoslavia (1980) y Argentina (2004). Estados Unidos, sin embargo, ha mantenido su hegemonía en las últimas décadas, con su última derrota en el torneo olímpico ocurriendo en 2004, cuando fueron eliminados en las semifinales por Argentina. Desde entonces, la selección estadounidense ha ganado todos los torneos desde Pekín 2008 hasta París 2024.

La victoria de este año en París no solo subraya la superioridad continua de Estados Unidos en el baloncesto, sino que también celebra el legado de jugadores que han dejado una marca indeleble en el deporte. Con una combinación de talento y experiencia, el equipo estadounidense ha demostrado ser imparable en el escenario olímpico, consolidando su lugar como el equipo a vencer en el baloncesto mundial.