El Real Madrid y el Manchester City empataron 3-3 en la ida de cuartos de final de la Champions League en un partido memorable repleto de cambios en el marcador y de golazos que no te puedes perder. Un resultado que lo deja todo pendiente para la vuelta en Manchester.

Apostó Ancelotti por Tchouaméni como central en lugar de Nacho y no le salió bien de inició la apuesta al italiano. Una falta en el primer minuto en la que vio, además, la tarjeta amarilla, propició el primer gol de los Cityzens.

Fue Bernardo Silva quien ejecutó magistralmente el lanzamiento de falta, sorprendiendo a un Lunin que no esperaba que el portugués buscara el palo corto del guardamenta. La estirada del ucraniano no impidió el 0-1 y la sorpresa del Bernabéu.

Pero si hay algo que es inherente al estadio del Real Madrid es que siempre empuja y eso es lo que hizo con el equipo. El conjunto blanco solo necesitaba una buena acción a la que aferrarse para empezar a construir y la encontró con el disparo de Camavinga en el 12'. 

Iba fuera, pero un rechazo desvió el balón. Ortega, vencido, solo pudo mirar como la suerte sonreía al Real Madrid. Era el 1-1 y solo pasarían dos minutos antes de que la locura se desatara en el estadio. 

Fue en una contra magistral de Rodrygo en la que descosió a Akanji y acabó embocando el 2-1. La remontada podría calificarse de increíble si fuera en otro escenario, pero en el Bernabéu se han visto cosas más inimaginables.

Tampoco era impensable que en la segunda mitad el Manchester City tratara de controlar el partido, de frenar la locura de contragolpes del conjunto blanco, y tampoco lo era que Phil Foden se sacara el disparo que se sacó desde la frontal del área para firmar uno de los golazos de la temporada en la Champions League. Qué calidad la suya.

Lo que sí era impensable era lo de Gvardiol. Tremendo disparo se sacó desde fuera del área para remontar el resultado para el City. 2-3 y el Bernabéu que no daba crédito a lo que estaba presenciando. 

Aún faltaba, no obstante, un golazo más para redondear una noche épica en Madrid. Fue Fede Valverde quien conectó una volea tremenda para devolver la igualdad al marcador (3-3). Empate y todo por definir en la vuelta en Manchester.