EFE

Una prodigiosa jugada del argentino Alejandro Garnacho, de solo 18 años, dio al Manchester United la victoria en el último minuto ante un impetuoso Fulham por 1-2, que no pudo con las paradas de De Gea en su feudo de Craven Cottage.

El Fulham saltó al campo sin su hombre gol, el serbio Aleksandar Mitrovic (9 goles en 12 partidos), y bien que lo notó. Con el estilo alegre del que le ha dotado el técnico Marco Silva, que lo ha convertido en el equipo revelación de la temporada, los del oeste de Londres miraron hacia la portería de De Gea desde el primer minuto.

Enfrente, el United comparecía sin Cristiano Ronaldo, al que una misteriosa enfermedad ha apartado del bloque los dos últimos partidos, y rodeado por las dudas que sigue dejando el proyecto de Ten Haag.

Ausentes también Sancho y Antony, el peso del ataque recayó sobre una inusual tripleta, Elanga, Martial y Rashford, abastecidos por la magia de los jugones rojos, Bruno Fernandes y Eriksen.

El Fulham comenzó cargando claramente sus ataques por la izquierda, donde el incombustible ponía a prueba al joven holandés Malacia una y otra vez.

Ya a los cinco minutos De Gea tuvo que intervenir con una pierna para desviar el disparo del brasileño Carlos Vinicius, a quien le correspondió la ingrata misión de suplir al ídolo local, Mitrovic.

Pero la presión local sobre la salida del balón, con un Palhinha imperial en medio campo, dejaba espacios para las transiciones de los diablos rojos, y en una de las primeras oportunidades, un robo de Casemiro habilitó la conducción de Martial, quien cedió para que Fernandes metiese un pase que era medio gol para Eriksen.

Primer gol en la Premier League con la camiseta del United para el danés, que estuvo a punto de repetir al borde del descanso tras recibir un nuevo pase de la muerte de las botas de Fernandes.

El Fulham llevaba la iniciativa y no renunciaba a atacar, pero eran los visitantes quienes disparaban con munición real cada vez que se acercaban.

El paso de los minutos, pese a todo, enfrió a los locales, que se retiraron al vestuario sin mucha idea de cómo hincarle el diente al partido.

La segunda parte llevó el show De Gea a Craven Cottage. El portero español desplegó una vez más, y ya se ha perdido la cuenta de cuántas van, su catálogo de paradas imposibles, principalmente en el minuto 52 a disparo de Vinicius tras revolverse bien en el área y un minuto después a un cabezazo a bocajarro del central Ream.

Adonde De Gea ya no puedo llegar fue al remate con el que el joven Dan James, que acababa de entrar por su compañero en la selección galesa Harry Wilson, fusiló dentro del área una contra conducida por Willian y maravillosamente ejecutada por Cairney.

El extremo cedido por el Leeds revolucionó el partido y se convirtió en un quebradero de cabeza para Shaw, obligado a vigilar sus espaldas después de haber sido una de las grandes bazas ofensivas de los de rojo en la primera parte.

Pero si James tuvo un efecto capital, la aparición del todavía adolescente Garnacho sentenció el choque. Tras haberlo intentado incesantemente por la banda izquierda ante los pitos de la afición local, el argentino se guardó lo mejor para el final.

Consiguió marcharse de su marcador por velocidad, entregó la pelota a Eriksen al borde del área quien se la devolvió con un pase a un hueco que solo había visto él en el estadio. Tras escaparse por velocidad, Garnacho batió a Leno y le dio al equipo de Mánchester una victoria que vale su peso en oro.

Tras haber marcado su primer gol con los diablos rojos ante la Real Sociedad en Europa el 3 de noviembre, su estreno goleador será imposible de olvidar para la joven esperanza del United.