Pep Guardiola, uno de los entrenadores más exitosos en la historia del fútbol, ha firmado una extensión de contrato con el Manchester City hasta 2027, lo que marcará un ciclo de 11 años al frente del club. Aunque esta decisión refuerza su vínculo con el equipo inglés, también representa un obstáculo significativo para lo que podría haber sido el siguiente gran capítulo en su carrera: dirigir una selección nacional y aspirar a conquistar el Mundial.  

A sus 53 años, Guardiola lo ha ganado prácticamente todo a nivel de clubes. Desde sus años con el Barcelona, pasando por el Bayern Múnich, y ahora en el City, donde ha acumulado seis Premier Leagues, una Champions League y múltiples títulos domésticos, el catalán ha demostrado que no tiene rival en el fútbol de clubes. Sin embargo, su legado podría haberse enriquecido con un desafío completamente distinto: triunfar en el escenario más grande del fútbol internacional.  

La oportunidad de liderar una selección como Brasil, un rumor constante en los últimos años, parece haberse desvanecido con esta renovación. A pesar de que su estilo táctico podría haber encajado perfectamente con el talento brasileño, Guardiola optó por mantenerse en Manchester, dejando pasar tal vez su última gran oportunidad de estar al frente de un equipo en una Copa del Mundo. En 2026, el próximo Mundial, Pep tendrá 55 años, una edad aún adecuada para el reto. Sin embargo, comprometerse con el City hasta 2027 prácticamente descarta esta posibilidad.  

Más allá de lo deportivo, dirigir una selección implica un ritmo de trabajo menos intenso que el fútbol de clubes, algo que podría haberle beneficiado tras más de dos décadas de una exigente carrera en los banquillos. Este cambio le habría permitido dedicar más tiempo a su familia y replantear su enfoque competitivo, mientras buscaba alcanzar el único trofeo que falta en su vitrina.  

Por supuesto, su decisión de quedarse en el City tiene raíces profundas. Guardiola ha construido en Manchester un legado único, logrando hitos históricos para el club y cultivando una relación cercana con los jugadores y la directiva. Pero también es una apuesta arriesgada. Las recientes dificultades del City, incluidas acusaciones de violaciones al Fair Play Financiero y una racha de resultados negativos, podrían empañar los últimos años de su ciclo en Inglaterra.  

Mientras tanto, la pregunta persiste: ¿qué más puede lograr Guardiola en el fútbol de clubes? La conquista de un Mundial de Clubes y el histórico triplete en 2023 parecían ser el broche de oro perfecto para dar el salto al fútbol internacional. Su renovación, aunque muestra lealtad y compromiso, podría interpretarse como un exceso de prudencia que limita su capacidad de expandir su legado.  

En un momento en el que otros entrenadores, como Luis Enrique o Carlo Ancelotti, exploran posibilidades en el ámbito de selecciones, Guardiola ha decidido quedarse en su zona de confort. Aunque aún puede acumular más títulos con el City, la sensación de que el "tren del Mundial" ha pasado es difícil de ignorar.  

La historia del fútbol a menudo está marcada por riesgos que redefinen carreras y transforman legados. Guardiola eligió no correr ese riesgo, al menos por ahora. Solo el tiempo dirá si fue la decisión correcta o si, en retrospectiva, dejó pasar la oportunidad de lograr lo único que podría haber elevado su estatus de leyenda aún más.