La vida después del fútbol no siempre es sencilla, ni siquiera para quienes brillaron en los grandes escenarios. Gianluca Zambrotta, recordado por su paso por equipos como la Juventus, el AC Milan y el FC Barcelona, además de ser campeón del mundo con Italia en 2006, atraviesa un momento personal complicado debido a una dolencia que le está afectando seriamente las piernas.

Aunque su carrera se caracterizó por la solidez física y la ausencia de lesiones graves, el exlateral ha revelado en el pódcast 'Bsmt', dirigido por Gianluca Gazzoli, que sufre de genu varo, una afección que ha provocado un arqueamiento progresivo de sus piernas. A sus 46 años, Zambrotta se prepara para someterse a una intervención quirúrgica compleja que podría cambiar su calidad de vida.

“Durante mi trayectoria no tuve lesiones importantes. Solo me operaron tres veces de los meniscos internos, pero hoy ya no tengo ni en la rodilla izquierda ni en la derecha”, comentó el exfutbolista. Esta ausencia de meniscos ha ido deformando la estructura de sus piernas con el paso del tiempo, al punto de convertirse, según sus palabras, en “un modelo de estudio para muchos cirujanos”.

Una operación para evitar lo inevitable

La situación ha avanzado hasta tal punto que Zambrotta deberá pasar por el quirófano próximamente para someterse a una osteotomía, una cirugía en la que los médicos cortarán fragmentos de hueso por encima y debajo de las rodillas para intentar alinear correctamente sus piernas. El objetivo es retrasar lo máximo posible la colocación de prótesis totales, aunque él mismo reconoce que tarde o temprano será inevitable.

“Ya he consultado con varios especialistas reconocidos a nivel nacional, y ninguno se explica cómo aún puedo caminar o practicar deporte como el pádel”, confesó. A pesar de ello, mantiene la esperanza de seguir con su vida activa después de esta intervención, aunque con limitaciones.

El caso de Zambrotta pone de manifiesto una realidad poco visibilizada en el fútbol: los efectos a largo plazo del desgaste físico al que se someten los jugadores de élite. Lejos de los focos y la gloria, hay exjugadores que siguen librando batallas, ahora contra su propio cuerpo.