A medida que la rueda de rotaciones gira en el equipo de Carlo Ancelotti, tres jugadores permanecen firmemente arraigados en el once titular: Kylian Mbappé, Thibaut Courtois y Federico Valverde. Mientras que la estrella francesa ha perdido algunos minutos debido a sustituciones, tanto el portero belga como el mediocampista uruguayo han acumulado los 720 minutos disponibles hasta ahora esta temporada. 

Esto convierte a Valverde en el único jugador de campo que ha participado en los ocho partidos oficiales del Real Madrid. Un halcón incansable en el campo, Valverde está demostrando ser crucial para el equipo.

Valverde se ha consolidado como un activo esencial para Ancelotti. La temporada pasada, terminó siendo el jugador con más minutos en el equipo, acumulando un total de 4,279 minutos. Solo se tomó un descanso en un partido contra el Granada, que se disputó después de que el título de liga ya hubiera sido asegurado. 

Este jugador incansable, sumando los 13 partidos que jugó con Uruguay, ha registrado un impresionante total de 5,540 minutos, equivalente a más de 60 partidos completos. Esta temporada, continúa aumentando esa impresionante cifra.

En su búsqueda de una nueva fórmula en el centro del campo, Ancelotti utilizó a Valverde como pivote durante el reciente partido contra el Espanyol. Este rol no es desconocido para el uruguayo, ya que lo desempeñó bajo la dirección de Zinedine Zidane en el pasado. 

Sin embargo, con Ancelotti, Valverde había operado principalmente como mediocampista o incluso como extremo—posiciones que ya conocía, habiendo sido titular en la final de la 14ª Champions League en París. Ancelotti elogió la versatilidad de Valverde, afirmando: “Es uno de esos jugadores que pueden rendir a un alto nivel en varias posiciones. Puede jugar como pivote, en un doble pivote, como carrilero, como extremo o como interior. Creo que es un jugador de equipo, y su rendimiento es esencial para el conjunto. Tiene la calidad para manejar cualquier situación que le ponga.”

Este año, Ancelotti no le ha planteado un desafío de goles, como hizo la temporada pasada. En cambio, ha enfatizado la importancia del liderazgo. “Ya no es solo un gran jugador; también es un líder en el vestuario, como debe ser. En este sentido, Valverde es un ejemplo,” afirmaba Ancelotti hace unas semanas. 

Aunque no le ha fijado un objetivo específico de goles como los diez que le exigió hace dos temporadas (los cuales Valverde superó), Ancelotti sigue motivándolo para que busque oportunidades de anotación, como se vio en su lanzamiento de falta contra el Valladolid.

A pesar de su capacidad para marcar goles—habiendo anotado dos esta temporada, contra el Atalanta y el Valladolid—Valverde mantiene una mentalidad orientada al equipo. “Se trata de hacer que los de arriba disfruten, jueguen bien, y nosotros estamos atrás para correr por ellos,” dijo tras la conquista de la Supercopa de Europa, donde marcó el primer gol del Madrid esta temporada. Esto encapsula el espíritu de un halcón que vuela sin escalas, enfocado tanto en la excelencia individual como en el éxito colectivo.