La Selección Argentina está muy cerca de asegurar su clasificación al Mundial 2026 y podría sellar su boleto en esta doble fecha FIFA. La Albiceleste lidera las Eliminatorias Sudamericanas con 25 puntos y enfrentará a dos de sus rivales más exigentes: Uruguay en Montevideo y Brasil en Buenos Aires. Con solo dos puntos en estos partidos, el equipo de Lionel Scaloni estaría virtualmente clasificado, aunque una victoria garantizaría su pase sin depender de otros resultados.

Un formato ampliado y la lucha por el boleto

El nuevo formato del torneo, que contará con 48 selecciones, otorga seis cupos directos a la Conmebol y un repechaje para el séptimo clasificado. Históricamente, alcanzar los 27 puntos ha sido suficiente para asegurar la clasificación, por lo que Argentina solo necesita sumar dos unidades más para llegar a esa cifra. Sin embargo, una doble derrota podría retrasar su confirmación y llevar la definición a las últimas jornadas.

Bajas sensibles y rivales complicados

El panorama no es ideal en cuanto a la disponibilidad de jugadores. La Scaloneta sufrirá varias bajas clave, entre ellas la de Lionel Messi, quien no podrá estar por una lesión muscular. También se perderán estos encuentros Paulo Dybala, Giovanni Lo Celso, Gonzalo Montiel, Alejandro Garnacho y Claudio Echeverri, lo que obligará a Scaloni a realizar ajustes en el once titular.

El primer desafío será el viernes ante Uruguay, escolta en la tabla con 20 puntos. En la última edición del clásico rioplatense, la Celeste se impuso por 2-0 en Buenos Aires, por lo que Argentina buscará revancha en Montevideo. Luego, el martes, recibirá a Brasil en el estadio Monumental, un duelo clave no solo por la clasificación, sino también por la histórica rivalidad entre ambas selecciones.

Con un plantel golpeado por las ausencias pero con el objetivo claro, Argentina quiere cerrar su pasaje a Estados Unidos, México y Canadá lo antes posible. Dos resultados positivos en esta doble fecha le permitirán enfocarse en la preparación del Mundial sin presiones y con la tranquilidad de haber asegurado su lugar en la próxima gran cita del fútbol internacional.