Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto se volvieron a ver las caras en la Copa Libertadores, esta vez desde el banco de suplentes: uno dirigiendo a Olimpia, el otro recién asumido en Vélez. La segunda fecha del Grupo H los cruzó en el Defensores del Chaco y el visitante no perdonó: fue 4-0 para el Fortín, y punto final para el “Titán” en Paraguay. Horas después, Olimpia confirmó su salida.

Palermo y Guillermo, un cruce con historia y tensión renovada

Una década atrás, ya se habían enfrentado como técnicos en el fútbol argentino. Pero esta vez el contexto era más tenso. Palermo llegaba golpeado: su equipo había perdido ante San Antonio Bulo Bulo, Peñarol había ganado, y en la liga paraguaya acumulaba cuatro partidos sin triunfos. Olimpia era el único equipo sin puntos en el grupo.

Barros Schelotto, por su parte, también cargaba con derrotas en el torneo argentino, pero el triunfo agónico ante Peñarol le había dado algo de aire.

El saludo entre ídolos: tensión, sonrisas forzadas y palabras medidas

En la previa, ambos entrenadores hablaron del reencuentro. Palermo contó que no se habían saludado antes del partido, pero que habría abrazo en la cancha. Guillermo lo contradijo: dijo que habían chateado y que lo importante era brindar un buen espectáculo.

El saludo llegó justo antes del pitazo inicial: junto a Gustavo Barros Schelotto y Federico Insúa, fue un cruce rápido, con sonrisas forzadas y manos cubriendo la boca.

Vélez goleó a Olimpia 4-0 y marcó el final del ciclo Palermo

En la cancha, Vélez fue una aplanadora. A los 24 minutos, Braian Romero abrió el marcador de cabeza. Antes del descanso, el propio Romero amplió la ventaja de penal. En el segundo tiempo, Maher Carrizo marcó el tercero con una gran jugada individual, y en el descuento, Francisco Pizzini selló el 4-0.