Un emocionante partido de nostalgia tuvo lugar en el Estadio Khalifa de Doha, Qatar, donde las leyendas del Real Madrid y Barcelona se enfrentaron en un encuentro lleno de momentos brillantes. Barcelona dominó la primera mitad, marcando dos goles y teniendo varias oportunidades de aumentar la ventaja, mientras que el Real Madrid luchó en la segunda parte, empatando y casi llevándose la victoria. 

Un cabezazo de Congo estrellado en el larguero en los últimos minutos del encuentro llevó el partido a la tanda de penaltis, donde las leyendas del Barça se impusieron 4-3, con una increíble intervención de Angoy, quien a sus 58 años mostró una agilidad sorprendente.

Ronaldinho nunca perdió su magia

Aunque el ritmo del partido era el esperado para un amistoso de estas características, hubo varios momentos destacados, y nadie brilló más que Ronaldinho. A pesar de no contar con la velocidad de sus mejores años, su magia seguía presente, especialmente con su espectacular gol de falta que puso al Barcelona 2-0. Un disparo con efecto a la escuadra dejó sin opciones al legendario portero del Madrid, Buyo. Fue un gol que bien podría haberse anotado en cualquier partido profesional y que desató la euforia en las gradas.

Antes de eso, Sorín había abierto el marcador para el Barcelona con un pase de Giuly, y Ronaldinho estaba en el centro de la acción. Su actuación no terminó con el gol, ya que también dio una asistencia brillante a Roger, quien casi consigue el 3-0, y luego dejó una jugada de lujo: un recorte exquisito y un toque de cuchara que superó a Contreras, pero que se fue por poco. La ovación cuando Ronaldinho dejó el campo en el minuto 74 demostró lo mucho que disfrutó el público con su presencia.

La respuesta del Real Madrid en la segunda parte fue fuerte. Con Seedorf y Munitis en el centro del campo, Baptista como mediapunta y Congo más acertado en la delantera, el equipo comenzó a presionar desde el primer minuto para la remontada. Figo, aunque discreto durante gran parte del partido, se hizo notar al recortar distancias con un gol en un mano a mano. Luego, Congo empató con un tiro rasante tras dejar atrás a Trashorras. Los últimos minutos fueron un correcalles, con los jugadores mostrando su espíritu competitivo a pesar de la naturaleza amistosa del encuentro.

En los últimos instantes, Congo estrelló un potente cabezazo en el larguero y Quaresma estuvo cerca de conseguir el 2-3, pero su disparo fue despejado sobre la línea de gol. El partido terminó en penales, donde Angoy se convirtió en héroe al detener varios lanzamientos, dando la victoria a las leyendas del Barcelona. Sin embargo, fue el gol mágico de Ronaldinho el que quedó grabado en la memoria de todos, demostrando que, incluso en un amistoso, su toque sigue siendo tan encantador como siempre.